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Cómo gestionar una situación de favoritismo en el trabajo con estas 7 estrategias

5 de enero de 2025

¿Qué es el favoritismo en el trabajo y por qué ocurre?

El favoritismo en el entorno laboral se presenta cuando un jefe o supervisor otorga un trato preferente a ciertos colaboradores por encima de otros. Esto puede verse reflejado en asignaciones de proyectos, aumentos salariales, promociones o un reconocimiento continuo que otros integrantes del equipo no reciben.

Existen múltiples razones detrás de esta conducta:

  • Relaciones personales: A veces el favoritismo surge de amistades o lazos familiares previos.

  • Sesgos inconscientes: Tanto los líderes como los compañeros pueden tener preferencias sin ser totalmente conscientes de ellas.

  • Experiencia previa: Un jefe puede haber desarrollado mayor cercanía con ciertos empleados que demostraron resultados destacados en el pasado, reforzando la percepción de favoritismo.

Aun cuando las intenciones no sean maliciosas, el efecto inmediato sobre el clima laboral suele ser negativo. Si te sientes desfavorecido, identificar y abordar la situación a tiempo es clave para tu desarrollo profesional y tu bienestar emocional.

Efectos del favoritismo en el equipo

El favoritismo impacta no solo a quienes se sienten ignorados, sino también a toda la cultura de la organización. Algunas de las consecuencias más comunes incluyen:

  1. Desmotivación generalizada: Al percibir que los logros no son reconocidos de manera justa, el resto del equipo puede perder la motivación.

  2. Ambiente de desconfianza: Los colaboradores pueden sentirse inseguros acerca de sus oportunidades de crecimiento, lo que genera tensión y competencia desleal.

  3. Pérdida de talento: Si la situación no se resuelve, los empleados valiosos podrían buscar oportunidades en otras empresas donde se sientan más valorados.

  4. Deterioro de la colaboración: Un ambiente enrarecido dificulta el trabajo en equipo y la comunicación fluida.

Reconocer estos efectos es el primer paso para tomar acción y promover un clima laboral más justo y saludable.

7 pasos para gestionar el favoritismo

1. Autoevaluación y reflexión

Antes de reaccionar, tómate un tiempo para analizar tu desempeño y tu relación con los demás. Pregúntate:

  • ¿Cumplo con mis funciones y responsabilidades de la mejor manera posible?

  • ¿He buscado capacitación, nuevas tareas o proyectos de forma activa?

  • ¿Estoy viendo la situación de manera objetiva, o mis percepciones podrían estar influidas por mi frustración?

A veces, sentirnos relegados nos hace pasar por alto oportunidades de mejora. Una evaluación honesta te permitirá encarar la situación con mayor claridad y seguridad.

2. Comunicación abierta con tu jefe

La base para resolver conflictos laborales es la comunicación directa y respetuosa. Programa una reunión con tu superior donde puedas exponer tus observaciones. Evita señalar con el dedo o acusar directamente; en su lugar, enfócate en describir cómo te afecta la dinámica que percibes:

“Me gustaría hablar sobre cómo me siento en el equipo. He notado ciertas situaciones que me hacen sentir desfavorecido y quisiera entender mejor cómo puedo aportar más y desarrollarme.”

Hablar con serenidad y empatía puede ayudar a tu jefe a comprender mejor tu perspectiva y a reflexionar sobre su propio comportamiento.

3. Recopila evidencia objetiva

Para que tu planteamiento sea sólido, lleva a la reunión ejemplos concretos de situaciones donde creas haber sido relegado o ignorado:

  • Proyectos o asignaciones que pasaron de largo.

  • Oportunidades de capacitación que no fueron ofrecidas a todos.

  • Reconocimientos otorgados de manera repetida a ciertas personas sin un criterio claro.

Estos datos tangibles respaldarán tu punto de vista y te ayudarán a mantener la conversación centrada en hechos, en lugar de suposiciones.

4. Mantén la calma y la profesionalidad

Sentir enojo o frustración es natural cuando percibes injusticia. Sin embargo, manifestar estas emociones de forma descontrolada puede generar tensión y cerrar canales de comunicación.

  • Evita usar un tono acusatorio o despectivo.

  • Practica la respiración profunda o técnicas de manejo del estrés antes de la reunión.

  • Muestra disposición para escuchar la perspectiva de tu jefe e, incluso, la de otros compañeros si fuera necesario.

5. Busca soluciones en conjunto

Al exponer tu preocupación, también sugiere alternativas constructivas que beneficien a todo el equipo:

  • Definir criterios claros para promociones y reconocimientos: Por ejemplo, basarse en objetivos cuantificables o evaluaciones de desempeño periódicas.

  • Proponer talleres de capacitación y mentorías: Asegúrate de que estén disponibles para todos los interesados.

  • Establecer feedback constante: Reuniones individuales de retroalimentación que permitan a cada colaborador entender sus áreas de mejora y oportunidades de crecimiento.

De esta manera, demuestras iniciativa y disposición para resolver el problema de forma colaborativa.

6. Habla con Recursos Humanos

Si tras tu conversación con el jefe no percibes cambios o notas actitudes hostiles, es momento de acudir a Recursos Humanos. Ellos están capacitados para mediar en conflictos internos y hacer cumplir políticas de equidad en la organización.

  • Lleva tu documentación y evidencia de manera estructurada.

  • Explica con claridad la situación y las acciones que ya has emprendido.

  • Pregunta por los protocolos de la empresa en casos de conflicto o posible discriminación laboral.

Recursos Humanos puede ayudarte a abrir un proceso formal de seguimiento y, en última instancia, proteger tus derechos como empleado.

7. Distánciate emocionalmente de la situación

Finalmente, recuerda que tu valía como profesional y persona va más allá de tu puesto de trabajo. Si la situación no mejora o el ambiente se vuelve insostenible, plantéate alternativas, ya sea en otro departamento o incluso en otra empresa.

  • Prioriza tu salud mental: Busca apoyo psicológico si el estrés o la ansiedad se vuelven muy intensos.

  • Conserva tu autoestima: No dejes que el favoritismo de un superior defina tu percepción de ti mismo.

  • Apóyate en tu red de contactos: Habla con otros compañeros de confianza, mentores o amigos para tomar perspectiva y aclarar tus ideas.

Conclusión

Enfrentar el favoritismo en el trabajo no es tarea sencilla, pero existen pasos claros que puedes seguir para abordar el problema y proteger tanto tu salud emocional como tu desarrollo profesional. Practica la reflexión objetiva, fomenta la comunicación sincera, busca soluciones colectivas y, si es necesario, recurre a los canales formales de la organización.

Recuerda: Tú eres más que tu empleo. Nunca dejes que una situación de injusticia o sesgo te haga dudar de tu valía personal. Con determinación y un enfoque estratégico, es posible superar esta dificultad y contribuir a un ambiente laboral más justo y equilibrado.

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