Las secuelas psicológicas de tener un horario de trabajo irregular
Los horarios de trabajo irregulares se han hecho cada vez más populares en los últimos años, a medida que las empresas intentan ser más flexibles para adaptarse a las necesidades cambiantes de su plantilla. Pero, aunque este tipo de horario pueda parecer una gran idea, existen consecuencias que pueden repercutir en el bienestar tanto físico como emocional.
A continuación se explorarán las consecuencias de los horarios de trabajo irregulares y cómo proteger el bienestar emocional en un mundo de horarios siempre cambiantes.
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Consecuencias de los horarios de trabajo irregulares
Cuando se trata de trabajar en horarios irregulares, hay una serie de consecuencias que pueden repercutir en el bienestar tanto físico como emocional. A continuación se exponen algunas de las consecuencias más comunes del trabajo irregular:
1. Alteración sueño-vigilia
Trabajar en horarios irregulares puede alterar el ciclo natural de sueño-vigilia del organismo, lo que aumenta los niveles de fatiga y agotamiento, ya que no dejamos que el cuerpo se acostumbre o siga una rutina que le permita seguir un orden. Esto puede repercutir en la salud física y mental, aumentando el riesgo de enfermedad, accidentes y disminución de la productividad.
2. ESTRÉS Y ANSIEDAD
El cuerpo, al esforzarse por adaptarse a los cambios de horario y a la falta de una rutina regular, puede acabar padeciendo estrés o ansiedad. Esto puede provocar sentimientos de agobio y agotamiento, así como un mayor riesgo de depresión.
3. RELACIONES SOCIALES
Los horarios cambiantes pueden afectar a las relaciones personales y profesionales, ya que puede dificultar la planificación de actividades familiares, actos sociales y otros compromisos importantes, lo que provoca sentimientos de aislamiento y soledad.
4. PROBLEMAS DE SALUD
La falta de regularidad en los horarios también puede aumentar el riesgo de padecer problemas de salud, como cardiopatías, diabetes, obesidad y otras enfermedades crónicas. Esto se debe a la alteración del ritmo circadiano natural del cuerpo y a la falta de una rutina regular.
Y no sólo es un horario irregular el que puede causar una disminución del bienestar y calidad de la vida de la personas, también lo es tener un horario laboral, que supere las 8 horas diarias o bien que se empiece pronto y se termine muy tarde, ya que, de esta manera compaginar la vida laboral con la vida personal puede ser muy difícil, lo que puede llevar a: ansiedad, depresión, desmotivación, baja productividad y rendimiento, etc… Un horario adecuado podría ser: 8-30 a 17.30, 9.30 a 18.30, etc…
Así pues, asegurarte de ofrecer un horario regular, flexible y no excesivo, el cuál pueda permitir a los trabajadores compaginar su vida laboral y profesional es clave para proporcionar bienestar y calidad de vida a tus empleados, lo que a su vez se verá reflejado en su productividad, motivación y rendimientos.