Conoce las posibles razones detrás de la falta de conexión con tus compañeros y aprende a manejar la situación de manera efectiva
En ocasiones, el trabajo puede ser un lugar complicado para encajar. A pesar de que pasamos muchas horas con nuestros compañeros de trabajo, no siempre encontramos una conexión con ellos. Puede que seamos muy diferentes en personalidad, intereses o estilo de trabajo. Y aunque la diversidad es enriquecedora, cuando no hay compatibilidad laboral, puede surgir un sentimiento de aislamiento y desmotivación.
No te preocupes, si estás pasando por esta situación, no estás solo. Muchas personas se han enfrentado a la misma pregunta: «¿Por qué no encajo con mis compañeros de trabajo?». En este artículo, te daremos algunas posibles respuestas a esta cuestión y te ofreceremos algunas soluciones prácticas para que puedas mejorar tu relación laboral. ¡Sigue leyendo!
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POSIBLES CAUSAS Y SOLUCIONES
Algunas de las posibles causas por las que quizá no encajamos con nuestros compañeros de trabajo pueden ser variadas y complejas, pero todas ellas tienen en común el impacto que pueden tener en nuestro bienestar laboral y en la productividad del equipo. A continuación te presentamos algunas de ellas, para facilitarte el poder detectarlas y entender mejor que está sucediendo.
1. PERSONALIDADES DIFERENTES
Al igual que ocurre en nuestras relaciones personales, nuestras diferencias de personalidad pueden influir en la manera en que nos llevamos con los demás en el trabajo. Si tu forma de ser y tus intereses no son compatibles con los de tus compañeros, puede resultar difícil encontrar puntos de conexión y afinidad. Un ejemplo de ello sería, si eres una persona introvertida y trabajas con alguien muy extrovertido. Es probable que te resulte incómodo o te sientas agobiado ante la energía y necesidad de socialización de tu compañero. O si una persona es muy estructurada y organizada y la otra más creativa y espontánea, es posible que ambas personalidades y maneras de hacer puedan chocar, por el hecho de ser diferentes.
Una solución para ello, puede ser, centrarte en que a pesar de ser diferentes, la diversidad puede aportar valor a tu equipo y trabajo. Si todos fuésemos iguales, nuestro entorno de trabajo sería como una secta. Intenta fomentar la empatía y flexibilidad cognitiva, procura comprender a tu compañero, sin interpretar que su manera de ser es una crítica hacia ti. Incluso puedes hacer el esfuerzo de, durante una semana, anotar aquello que positivo de este compañero de trabajo, cambiando el foco de atención de lo que no te gusta y es diferente hacia a ti, a aspectos a valorar, positivos, de los que incluso puedes aprender. A veces, cuando abrimos el foco y la mente, podemos ver más allá.
2. ESTILOS DE TRABAJO
Si tienes un estilo de trabajo diferente al de tus compañeros, esto podría generar fricciones en la colaboración o en la realización de tareas conjuntas. Si algunos prefieren trabajar en equipo y tú eres más independiente, o si te gusta trabajar de manera más estructurada y los demás son más creativos, puede haber desencuentros.
Algunas cosas que puedes hacer para que esto resulte lo menos problemático para ti posible son:
- Comunicación abierta: habla con tus compañeros sobre sus estilos de trabajo y explica el tuyo. Intenta encontrar un terreno común y establece reglas claras para trabajar juntos de manera efectiva. «Creo que tú tienes una forma más estructurada y organizada de hacer las cosas, mientras que yo soy más de acción y creatividad».
- Flexibilidad: sé flexible y dispuesto a adaptarte a los estilos de trabajo de tus compañeros, y pídeles que hagan lo mismo por ti. Busca maneras de combinar y complementar sus fortalezas y debilidades. «A pesar de nuestras diferencias, podemos respetarnos y sacar lo mejor de ambas partes para un buen trabajo».
- Respeto mutuo: recuerda que todos tienen diferentes formas de trabajar y que no hay un «correcto» o «incorrecto». Aprende a respetar y valorar las diferencias de los demás.
- Los tres hechos positivos: este ejercicio puede ayudarte a ver a tu compañero de trabajo con otros ojos, abrir un poquito la mente y reducir la tendencia de juzgar a los demás. Esta actividad consta de: anotar 3 cosas positivas que hayas observado sobre la otra persona a lo largo del día, por ejemplo, «noté que mi compañero tiene grandes habilidades de comunicación», «me gustó como tuvo en cuenta también mi opinión», «me gustó lo sociable que es y lo rápido que se integra en los grupos». De esta manera, e incluso quizá hasta nos sorprendemos al ver cualidades positivas de la otra persona que hasta entonces no se nos había pasado por la cabeza.
3. DIFERENCIAS CULTURALES
Si trabajas en un entorno multicultural, es posible que te encuentres con diferencias culturales que afecten a la comunicación y al entendimiento entre los miembros del equipo. Estas diferencias pueden abarcar desde las formas de comunicación hasta las costumbres sociales y laborales. Un ejemplo podría ser si trabajas con una persona de otra cultura en la que es más común ser más indirecto en la comunicación. Esto puede llevar a malentendidos si tú estás acostumbrado a una comunicación más directa y sientes que tu compañero no está siendo claro o conciso.
Una solución podría ser intentar entender la cultura de tu compañero de trabajo y cómo esto influye en su forma de comunicarse. Puedes hacer preguntas y escuchar atentamente para evitar suposiciones y malentendidos. También es importante mantener una mente abierta y estar dispuesto a adaptarte a diferentes formas de comunicación y trabajo. Si la situación lo permite, podrías incluso proponer alguna actividad fuera del trabajo para conocer mejor a tu compañero y su cultura, conocer mejor su historia también puede ayudarte.
4. PROBLEMAS PERSONALES
A veces, los problemas personales pueden afectar a nuestra relación con los demás en el trabajo. Si estás pasando por una situación difícil en tu vida personal, puede que te resulte difícil concentrarte en el trabajo y relacionarte con tus compañeros.Un ejemplo podría ser que estás atravesando un divorcio difícil y te encuentras emocionalmente afectado en el trabajo, lo que puede dificultar tus interacciones con tus compañeros y rendimiento laboral.
Algunas soluciones, para ayudarte a gestionarlo mejor y que no te afecte a nivel laboral, ni en el clima de tu trabajo son:
- Comunicar la situación: puedes hablar con tu supervisor o algún compañero de confianza para explicar la situación y pedir comprensión y apoyo. Al compartir tus problemas, puedes obtener la ayuda necesaria para manejar el estrés y reducir la presión.
- Pedir tiempo: Si te sientes abrumado por tus problemas personales, es posible que necesites un tiempo libre para cuidarte a ti mismo y abordar los asuntos pendientes. Puedes pedir un día libre o trabajar desde casa temporalmente para poder lidiar con tus problemas personales.
- Ayuda profesional: Si tus problemas personales están afectando tu rendimiento en el trabajo, puede ser útil buscar ayuda profesional de un terapeuta. La terapia puede ayudarte a desarrollar habilidades para manejar el estrés y la ansiedad y te brindará un espacio seguro para discutir tus problemas personales.
- Autocuidado: es importante cuidar de ti mismo mientras atraviesas una situación difícil. Esto incluye comer bien, dormir lo suficiente y hacer ejercicio regularmente. También puede ser útil practicar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, para reducir el estrés y la ansiedad.
Y COMO CEO, ¿QUÉ PUEDO HACER ANTE LA FALTA DE CONEXIÓN EN UN EQUIPO?
Hemos hablado de qué puedes hacer si te encuentras en un equipo, en el cuál no te sientes conectado con tus compañeros, uno, algunos o muchos de ellos. Pero, ¿qué pasa si eres el CEO y descubres o notas que tu equipo no conecta entre sí?, o la inclusión de nuevos miembros del equipo, causa una pequeña fricción o integración de estos con el resto del equipo. Aquí te proponemos algunas soluciones:
- Comunicar claramente la importancia de la colaboración y el trabajo en equipo en la empresa. Haz que tus empleados comprendan que la colaboración es crucial para el éxito del negocio.
- Fomentar la empatía y el respeto mutuo. Organiza actividades de equipo y eventos sociales para que los empleados tengan la oportunidad de conocerse mejor fuera del entorno laboral.
- Identificar y abordar los problemas subyacentes que pueden estar causando la falta de conexión en el equipo. Esto puede implicar identificar y resolver conflictos entre miembros del equipo, o trabajar para construir relaciones más fuertes y respetuosas entre ellos. Para ello puedes hacer reuniones 1 to 1 con los miembros del equipo, contratar a algún coach, terapeuta o especialista en el trabajo o Recursos Humanos para realizarlo y trabajar en estrategias para mejorar la comunicación y colaboración.
- Invertir en la formación y el desarrollo de habilidades de comunicación y trabajo en equipo. Proporciona oportunidades para que los empleados aprendan y desarrollen habilidades como la resolución de conflictos, la empatía y la colaboración, si ves que puede ser algo a mejorar.
En conclusión, estos son algunos de los consejos que te damos desde Emocional, para que puedas gestionar mejor el hecho de no conectar con tu equipo de trabajo, o bien sobre qué puedes hacer como CEO, si sucede esto en tus equipos. Pero, si aún así te sientes perdido, recuerda que podemos ayudarte. Nuestra especialidad son las personas, los entornos de trabajo felices, con climas laborales positivos y productivos. Contáctanos.