¿Cómo decir lo que nadie quiere escuchar pero todos necesitan saber? Las mejore técnicas para dar un buen feedback
En Emocional, entendemos que dar y recibir feedback es como caminar por un campo minado con los ojos vendados. A veces, incluso con las mejores intenciones, terminamos detonando explosiones emocionales. Pero, ¿y si te dijéramos que existe una manera de transformar esas minas en flores, de decir lo que nadie quiere escuchar, pero de una manera que todos quieran escucharlo? Acompáñanos en este viaje lleno de empatía, estrategia y, por supuesto, un poco de humor, porque vamos a desentrañar el dilema del feedback.
El poder del feedback: una espada de doble filo
El reconocimiento es esencial para el crecimiento personal y profesional, pero manejarlo incorrectamente puede ser devastador. Por un lado, puede ser una herramienta poderosa para mejorar el desempeño y fomentar la comunicación. Por otro, puede convertirse en una fuente de conflicto, malentendidos y hasta rupturas laborales o personales. La clave está en cómo lo entregamos y cómo lo recibimos.
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Antes del feedback: preparación esencial
Antes de lanzarte a proporcionar reconocimiento, prepárate. Reflexiona sobre tus intenciones: ¿Buscas mejorar la situación o solo desahogarte? La empatía debe ser tu guía; intenta ponerte en los zapatos del otro. Además, escoge el momento y el lugar adecuados; no es lo mismo un comentario al aire en medio de una reunión que una conversación privada y tranquila.
La entrega: técnicas para un feedback efectivo
1. La técnica del sándwich
A nadie le gusta escuchar solo lo negativo. La técnica del sándwich consiste en comenzar con un comentario positivo, luego exponer el área de mejora y finalizar con otra nota positiva. Esto no solo suaviza el golpe, sino que también mantiene motivada a la persona.
2. Sé específico y constructivo
Evita las críticas vagas o personales. Concentra tu feedback en acciones específicas y ofrece sugerencias concretas de mejora. No se trata de señalar fallos, sino de abrir caminos hacia soluciones.
3. Fomenta el diálogo
El feedback no es un monólogo. Invita a la otra persona a expresar su punto de vista, aclarar dudas y participar en la búsqueda de soluciones. Esto no solo enriquece la conversación, sino que también hace sentir al otro respetado y valorado.
Después del feedback: seguimiento y apoyo
Dar feedback es solo el principio. El seguimiento es esencial para asegurar que el mensaje fue comprendido y que se están tomando acciones. Ofrece tu apoyo y recursos para ayudar a la persona a mejorar. Recuerda, el objetivo es el crecimiento mutuo.
Recibir reconocimiento: el otro lado de la moneda
Saber recibir reconocimiento es igual de importante. Mantén la mente abierta, escucha activamente y resiste el impulso de defenderte inmediatamente. Utiliza el feedback como una herramienta de aprendizaje, no como una afrenta personal.
Conclusión: transformando el reconocimiento en una herramienta de crecimiento
El reconocimiento, cuando se maneja con cuidado, empatía y claridad, puede transformarse en una de las herramientas más poderosas para el desarrollo personal y profesional. En emocional.co, creemos en el poder de las palabras para construir puentes, no para quemarlos.