¿Qué sabemos acerca del Affective Computing?
Una característica propia del ser humano es la EMPATÍA. Esa capacidad de ponerse en los zapatos del otro y entender sus emociones, a pesar de no estar sintiéndolos propiamente.
Es algo muy característico en los seres humanos, pero ¿qué pasa con las máquinas? Estas no poseen el cerebro de un humano, ni su sistema nervioso, aun así… ¿pueden reconocer los sentimientos?
Eso es lo que intenta responder el AFFECTIVE COMPUTING, un área de estudio que busca dar a las máquinas la capacidad de reconocer y, en algunos casos, simular emociones humanas para poder actuar en consecuencia.
El objetivo del Affective Computing es poder simular la empatía en las máquinas.
Esta área de estudio es abordada de forma multidisciplinar, por profesionales de la psicología, neurociencia, ingeniería, informática… Y fue introducida por primera vez en el artículo “AFFECTIVE COMPUTING FOR HCI” escrito por Rosalind W. Picard y publicado por MIT Press en 1995.
Artículo recomendado: Los empleados felices son un 13% más productivos.
Así pues… ¿cómo funciona el Affective Computing o Inteligencia Artificial Emocional?
La inteligencia artificial emocional tiene como objetivo crear sistemas que puedan entender y reaccionar a las emociones humanas. Para hacer esto, se usan sensores como cámaras y micrófonos para analizar la información que proviene de una persona y detectar sus emociones a través de su lenguaje corporal, expresiones faciales, voz y otras características. Luego, mediante técnicas de aprendizaje automático, se analizan estos datos para reconocer patrones y determinar las emociones que se están expresando. Es importante recoger una gran cantidad de datos para lograr un reconocimiento más preciso.
En resumen, el affective computing busca desarrollar sistemas capaces de entender y responder a las emociones humanas mediante el uso de sensores y técnicas de aprendizaje automático. Esto permitirá a estos sistemas interactuar de manera más natural y efectiva con los seres humanos.
¿Dónde aplicar el Affective Computing?
El affective computing puede estar presente en distintos campos, como la salud. Esta tecnología permite monitorear a pacientes con enfermedades y proporcionar la información recogida a los médicos que deben estar atentos a la condición de salud de sus pacientes.
En el campo de la educación, la tecnología del affective computing también puede ser útil. Por ejemplo, se podría utilizar para monitorear a los estudiantes virtuales y conocer cómo están reaccionando ante la educación a distancia. Con esta información, el profesor podría adaptar su enfoque pedagógico para hacer que la educación sea más efectiva y atractiva para los estudiantes.
En el Marketing, puede utilizarse para monitorizar las reacciones de los potenciales clientes, al observar sus productos o servicios o ante ofertas o campañas publicitarias. Con el objetivo de evaluar el impacto de las acciones sobre los usuarios y mejorar los productos o servicios, ofertas, entre otros.
Esta tecnología de Inteligencia Artificial Emocional tiene muchas posibles aplicaciones en diferentes campos. Aquí te presentamos solo tres ejemplos, pero estamos seguros de que tú puedes imaginar muchas más aplicaciones tanto en tu vida laboral como en tu vida cotidiana. ¿Qué otras áreas o aplicaciones crees que se podrían crear usando esta tecnología emocional? Compártelo con nosotros.
En Emocional.co desarrollamos Inteligencia Artificial, para detectar a través de las videollamadas a tiempo real el estado emocional de los trabajadores, para detectar, prevenir y mejorar vuestro bienestar emocional, porque lo urgente para nosotros es CREAR PERSONAS Y EMPRESAS FELICES.
Si nos dejas Emocionarte, no dudes en contactarnos. Aunque eso sólo lo hacen las empresas más disruptivas 😏, ¿te atreves tú?