¡Adiós, silencios incómodos! Aprende a entablar una conversación con cualquier compañero de trabajo
¿Alguna vez te has encontrado en esa situación en la que estás a solas con un nuevo compañero de trabajo y el silencio se vuelve tan espeso que podrías cortarlo con un cuchillo? Si tu respuesta es un «sí» rotundo, entonces bienvenido al club de los mortales que alguna vez hemos sentido que nos falta un manual para ser más humanos y empáticos en el ambiente laboral y entablar una conversación.
El primer día de alguien en la empresa puede ser tan aterrador como ese momento en el que te das cuenta de que olvidaste ponerte desodorante en pleno verano. Pero aquí estamos, para asegurarnos de que tengas las herramientas necesarias para convertir ese incómodo silencio en el inicio de una nueva amistad (o al menos, en una relación laboral cordial).
Paso 1: La magia de la sonrisa
Antes de lanzarte al abismo de la conversación, recuerda que una sonrisa es tu mejor carta de presentación. No subestimes su poder; una sonrisa genuina puede derribar muros y construir puentes. Así que, por muy nervioso que te sientas, comienza con este simple gesto.
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Paso 2: Halla el terreno común
Si bien es importante mostrar interés por la otra persona, también es crucial compartir un poco sobre ti. Esto no solo equilibra la conversación, sino que también te hace más humano y accesible. Eso sí, asegúrate de no monopolizar la conversación; encuentra un balance entre hablar y escuchar.
El próximo paso es encontrar temas de interés común. No tienes que ser un detective; a veces, basta con prestar atención a los pequeños detalles. ¿Lleva un llavero de algún equipo deportivo? ¿Tiene una taza de café que diga algo peculiar? Cualquier detalle puede ser el inicio de una conversación interesante.
Paso 3: Haz preguntas abiertas
Nada genera más conversación que una pregunta abierta. En lugar de preguntar algo que se pueda responder con un simple «sí» o «no», opta por preguntas que inviten a compartir experiencias o opiniones. Por ejemplo, «¿Qué te motivó a unirte a la empresa?» o «¿Cómo ha sido tu experiencia en el sector hasta ahora?»
Paso 4: Escucha activa
Ser un buen conversador no solo implica hablar, sino saber escuchar. La escucha activa implica prestar toda tu atención a lo que la otra persona dice, sin interrumpir, y haciendo preguntas que demuestren que realmente estás interesado en entender su punto de vista.
Paso 5: Comparte (pero no monopolices)
Si bien es importante mostrar interés por la otra persona, también es crucial compartir un poco sobre ti. Esto no solo equilibra la conversación, sino que también te hace más humano y accesible. Eso sí, asegúrate de no monopolizar la conversación; encuentra un balance entre hablar y escuchar.
Paso 6: Sé auténtico
La autenticidad es clave. Las personas pueden detectar cuando alguien está siendo falso o simplemente tratando de impresionar. Sé tú mismo, con tus virtudes y tus defectos. La autenticidad fomenta la confianza y la conexión.
Paso 7: El lenguaje corporal cuenta
Tu lenguaje corporal dice mucho sobre ti. Mantén una postura abierta, haz contacto visual (sin exagerar) y asiente con la cabeza para mostrar que estás de acuerdo o interesado. Estos pequeños gestos pueden hacer que la otra persona se sienta más cómoda.
Paso 8: Respeta el espacio personal
Aunque quieras conectar, es importante respetar el espacio personal de cada quien. Algunas personas pueden no sentirse cómodas compartiendo detalles personales de inmediato o pueden necesitar más espacio físico.
Paso 9: Encuentra el momento adecuado
No todos los momentos son ideales para entablar una conversación profunda. Aprende a leer el ambiente; si ves que la otra persona está estresada o concentrada en una tarea, quizás no sea el mejor momento.
Paso 10: Encuentra el momento adecuado
La habilidad de entablar conversaciones y conectar con los demás mejora con la práctica. No te desanimes si al principio te resulta difícil; cada interacción es una oportunidad para aprender y mejorar.
Conclusión
Recuerda, ser más humano y empático en el trabajo no solo beneficia tus relaciones interpersonales, sino que también puede mejorar el ambiente laboral en general. Así que la próxima vez que te encuentres a solas con un nuevo compañero, respira hondo, regala una sonrisa y da el primer paso. Quién sabe, podría ser el inicio de una gran amistad o, al menos, el final de los incómodos silencios.
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